News Herald – Juliann Talkington

Juliann

En los últimos 35 años el mundo ha cambiado radicalmente. Hemos cambiado de máquinas de escribir a computadoras, teléfonos de tierra a teléfonos celulares, de comunicación escrita a mano a correo electrónico y mensajes de texto, de trabajadores en línea de montaje a robots, y de bibliotecas a Internet.

 

Con estos cambios tecnológicos vinieron también los cambios en el lugar de trabajo. En el lugar de trabajo, se han cambiado muchas veces los puestos de trabajo y los trabajadores han cambiado sus expectativas.

 

Durante generaciones, las escuelas secundarias y universidades preparaban a los estudiantes para puestos de trabajo que duren toda la vida. Esto significaba que las escuelas ofrecían cientos de clases para proporcionar a los estudiantes habilidades específicas. Actualmente, la tecnología cambia aproximadamente cada 24 meses, por lo tanto, es más importante que los empleadores tengan a trabajadores que puedan adaptarse rápidamente a los puestos de trabajo y que conozcan todos los matices de Microsoft Word.

 

Esto significa que todo el paradigma de la educación tiene que alejarse de la especialización de un profundo conocimiento de las materias básicas – matemáticas, ciencias, lectura, escritura y conversación. Además, tenemos que animar a nuestros hijos a ser creativos.

 

La educación ha tenido un proceso lento a la hora de responder a las nuevas demandas del lugar de trabajo. Hay varias razones para la lenta respuesta. En primer lugar, la educación en los EE.UU. está cerca de ser un monopolio. Los monopolios son generalmente lentos a la hora de responder a los cambios en las condiciones del mercado. En segundo lugar, muchos líderes de la educación fueron a la escuela cuando los trabajos de toda la vida eran normales. En tercer lugar, sólo se han animado unos pocos educadores para obtener una sólida base en matemáticas y ciencias, habilidades críticas del Siglo 21.

 

Entonces, ¿cómo avanzar?

 

A primera vista parece que tenemos más opciones. A pesar de que es contraria a la intuición, mayor número de clase no va a resolver el problema. Necesitamos más profundidad en las materias básicas. Esto significa que podemos reducir las opciones, pagar más a nuestros maestro para ofrecer la profundidad de entendimiento en materias básicas que los empleadores demandan, y perfeccionar nuestros sistemas de retroalimentación para que los estudiantes puedan llegar a niveles académicos más altos.

 

Entonces, tenemos que dejar que los estudiantes se muevan a través del material a su propio ritmo. Los estudiantes no deben de ser forzados a tomar la ciencia física si están listos para tomar Física AP, o de tomar la escritura correctiva si están preparados para analizar la literatura griega.

 

Por todo ello, tenemos que pensar de forma crítica antes de gastarnos más dinero en tecnología. Por el momento la tecnología en el aula ya es obsoleta. Por ejemplo, las juntas y los iPads son agradables, pero nuestros hijos no estarán preparados para los trabajos del siglo 21, sino hay un buen contenido académico.

 

En resumen, tenemos que cambiar nuestro enfoque para que nuestros hijos tengan las habilidades necesarias para lograr empleos de alta calidad.

 

Juliann Talkington, fundadora de la Escuela Internacional Renaissance, (www.rschoolgroup.org). Para más información, puede ponerse en contacto a través de jtalkington@rschoolgroup.org o al 850-873-6981.