El País Ana Camarero

El coronavirus nos ha detenido. Literalmente. El confinamiento que mantiene a las familias en sus hogares con el fin de combatir esta pandemia ha ocasionado que niños, adolescentes y jóvenes hayan reducido de manera drástica el tiempo que, en una situación normal, invertían en caminar, correr, disfrutar de cualquier deporte, jugar en el recreo del patio de su colegio, en su calle o en su parque. Una reclusión que afecta a 9.552.000 estudiantes; 8.217.000 alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato y 1.335.000 universitarios presenciales.”(more)