News Herald – Juliann Talkington

Juliann

La próxima vez que su hijo le pida refrescos, patatas fritas, jugo azucarado o nuggets de pollo, es posible que quiera pensarse esto dos veces. Los alimentos preparados están cargados de azúcares refinados, grasas no saludables, aditivos, potenciadores del sabor y conservantes – cosas que pueden causar problemas en la conducta, aprendizaje y salud de una persona a largo plazo.

 

El envase llamativo y el sabor de estos alimentos preparados son atractivos para niños y padres.

 

Cuando los padres ven más allá de la publicidad, ellos se dan cuenta que realizar una dieta de alta calidad, es una parte importante de la manutención de sus hijos.

 

El Instituto Nacional del Cáncer afirma: “Las enfermedades graves que están relacionados con los alimentos que comemos, matan aproximadamente a tres de cada cuatro estadounidenses cada año …. Realizar una dieta que contenga de cinco a nueve piezas de frutas y verduras al día, es parte de un estilo de vida activo y saludable, lo cual reduce el riesgo de todas estas enfermedades”.

 

Además de los problemas de salud, hay una semejanza entre la alimentación sana y el rendimiento académico. En 2011, el equipo de investigación de Kate Northstone mostró una relación entre la dieta y el coeficiente intelectual. En este estudio, los niños que realizaban una dieta saludable baja en (ensalada, arroz, pasta, pescado y fruta), mostraron un incremento en el coeficiente intelectual.

 

En un estudio realizado en la ciudad de Nueva York, los investigadores de las Escuelas Públicas descubrieron, “Una reducción de la sacarosa (azúcar), de color alimenticio sintético / sabores, y dos conservantes (BHA y BHT), más de 4 años en 803 escuelas públicas. Esto, fue seguido por un aumento del 15,7% en la media de la clasificación porcentual académica … en los exámenes estandarizados”.

 

Los alimentos procesados, son más caros que la materia prima, por lo que las familias pueden reducir su presupuesto en los alimentos y aumentar la calidad de la comida que ofrecen a sus hijos al mismo tiempo.

 

En el ajetreado mundo de hoy, existe una lucha constante para equilibrar el trabajo y la familia, por lo que es importante encontrar maneras de preparar alimentos saludables con los ingredientes básicos de la comida, sin aumentar el tiempo de preparación.

 

Afortunadamente, hay algunos cambios simples que no suponen una perdida del tiempo para los padres. En primer lugar, los padres deben de evitar preparar comida entre horas. En su lugar, es aconsejable llenar el refrigerador con frutas secas y frescas, verduras, quesos, yogures, leche, huevos, carnes magras y nueces.

 

Una vez que los niños empiecen a comer alimentos más saludables, los padres pueden comenzar a buscar comidas sencillas, preparadas con ingredientes crudos. Hay muchos recursos en internet, por lo que es posible encontrar alternativas sabrosas de alimentos crudos que sólo requieren unos pocos minutos de tiempo de preparación.

 

Con estos sencillos cambios, los padres pueden maximizar la experiencia académica de sus hijos y sentar las bases para un futuro saludable.