El País Ángeles Lucas

“Es fácil que un profesor aburrido aburra, al igual que es fácil que un profesor entusiasta entusiasme. “Ahora me gusta levantarme por la mañana, me levanto contenta, aunque suene mal”, cuenta simpática una estudiante de 14 años en un centro de Córdoba apenas una semana después de empezar las clases.”(more)